Por 100 mil pesos, en MercadoLibre, AliExpress, o Amazon, es posible comprar un escáner (bio)cuántico que asegura “recolectar el débil campo magnético de las células humanas para el análisis científico, analizando y determinando así el estado de salud y los principales problemas de la persona examinada”.
Hay asimismo prácticas de salud que son promovidas, practicadas, y utilizadas por terapeutas, centros de salud, y fundaciones, en que utiliza la palabra cuántica/o en su denominación.
Si bien la mecánica cuántica se refiere a fenómenos subatómicos que no son aplicables a la escala en la que operan los organismos vivos, gracias a su popularidad, se puede incluso obtener un diploma de “psicocirujano cuántico” en un fin de semana.
Por esto, la seguridad y la efectividad de tratamientos y diagnósticos “cuánticos” ofrecidos en sitios web y redes sociales plantea desafíos de fiscalización no sólo para autoridades en salud, sino también en materia educacional.
En Internet es posible encontrar diferentes tecnologías y terapias para las cuales su efectividad no está respalda por evidencia empírica rigurosa, y que utilizan física cuántica en su marketing.
Frente a esta evidencia, Pixel25 preguntó a Carla Hermann y Fernando Izaurieta su opinión experta sobre bienes y servicios que afirman operar mediante principios de la física cuántica. Hermann (@quantumcarla) e Izaurieta (@fernandoizaurieta) poseen doctorados en física, se dedican a la divulgación científica, y trabajan en investigación que utiliza física cuántica a nivel académico.
También se recogieron declaraciones de dos organizaciones de profesionales que utilizan tecnologías de diagnóstico clínico, el Colegio Farmacéutico y el Colegio de Tecnólogos Médicos.
TERAPIAS CUÁNTICAS: SANACIÓN, BIODESCODIFICACIÓN, PSICOCIRUGÍA, Y SALTOS
En el sitio web “Terapeutas de Chile” la palabra cuántica arroja más de 50 publicaciones. Hay resultados tan variados como “terapia cuántica con ángeles”, “sanación psíquica cuántica a distancia”, “psicocirugía cuántica”, e incluso “sanación cuántica en animales”.
En los anuncios, quienes imparten las terapias poseen diferentes denominaciones tales como “Lightworker – ADN Activator Solar Quantum Healer”, “Sanador Cuántico con 14 años de experiencia, Maestro de Reiki, Terapeuta en Regresión a Vidas Pasadas, Coach Seminarios de Crecimiento Personal”; “Hipnoterapeuta – Sanador Cuántico/Terapeuta Floral – Reikista – Sanadora Cuántica”. Otros anuncios simplemente utilizan sólo el término “terapeuta”.
No sólo personas naturales trabajan con terapias cuánticas. También hay centros de salud y fundaciones. Una de ellas, con presencia en Facebook, es La Fundación Haldein de Chile.
Esta institución ofrece sanación cuántica en persona o a distancia por 7.000 pesos, y cursos de sanación cuántica por 135.000 pesos. También imparte cursos de Sanación Cuántica Avanzada para los cuales no detallan precios.
En Enlazando Mundos se educa sobre cuántica y salud. El centro dicta cursos de formación para psicocirujanos, incluidos postgrados. Por 200.000 se puede estudiar psicocirugía cuántica en dos días de curso intensivo.
Para la Dra. Hermann, investigadora de la Universidad de Chile e integrante de la comisión Comisión Asesora Ministerial sobre Tecnologías Cuánticas, la creencia personal no debería ser el foco de juicio, sino más bien la instrumentalización de la terminología científica.
“Cada quien es libre de creer en lo que bien le parezca. El cuestionamiento es por qué aperillarlo con un nombre que alude a algo científico cuando no lo es. Eso es lo grave. Es misleading y lleva a malos entendidos”, explica la física, comentando que se puede llegar a creer que algo tiene validez científica solamente porque tiene un nombre científico acuñado a ello.
El Dr. Izaurieta, investigador de la Universidad San Sebastián, es más enfático y menciona que “cuando vea palabras científicas legítimas como energía, frecuencia, cuántica o electromagnetismo mezcladas con otras nada que ver como espiritualidad, homeopatía, holístico, “geometría sagrada” y “medicina” alternativa o natural, huya de ahí. Es un fraude tecno-chamullento, le quieren robar”.
Pero el fenómeno cuántico no es solamente promovido por terapeutas por fuera de centros de salud. En la línea de la salud mental, Terapias Espíritu Violeta es un centro que combina psicología clínica con terapias holísticas ofreciendo, por ejemplo, “biodescodificación cuántica ancestral”.
De acuerdo con su sitio web “es una técnica que mezcla la biodescodificación, que relaciona enfermedades físicas con conflictos emocionales o psicológicos, con principios de la física cuántica y tradiciones espirituales ancestrales”
En el Centro Médico Gandhi, ubicado en la comuna capitalina de San Miguel, en un contexto clínico privado, de acuerdo con su sitio web (actualmente en reparación), hasta marzo de 2024, se promocionaba medicina general, obstetricia, pediatría, neurología, psicología, psiquiatría, psicopedagogía, terapia de parejas, tratamiento de adiciones, salud dental, kinesiología, y traumatología infantil, en conjunto a terapias complementarias.
El centro en cuestión además ofertaba Reiki, geocromoterapia, Flores de Bach, iridiología, naturopatía, biomagnetismo, reflexología, vidas pasadas – regresiones, hipnosis clínica, y acupuntura.
Si bien ni en su sitio web ni en su pendón promocional se enlista sanación cuántica, en terapeutasdechile.cl se oferta terapia de sanación biocuántica con la dirección del Centro Médico Gandhi.
Pixel25 además corroboró que hasta unos meses en redes sociales era posible obtener sesiones de 4 horas de “Saltos Cuánticos” (Facebook ya no disponible) que prometían llevar a pacientes “a través de procesos de vibración que despiertan nuestros sentidos en la forma más pura, generando energía perceptible que anima un estado natural de consciencia… (y) se liberan bloqueos internos a nivel mental, emocional y físico”.
El costo de una sesión era de 33.000 pesos, y por 18.888 pesos era posible adquirir un Salto Cuántico en Abundancia y Riqueza en forma de maletín digital (publicación ya no disponible).
El producto se refería a la abundancia como un estado de consciencia en que “el contenido mental y emocional (energético) de ver, sentir, y ser valor inherente en absolutamente todo (en abundancia)” para “explorar tu relación con el DINERO para que puedas elegir conscientemente una versión más ELEVADA”.
En su opinión, para @quantumcarla “hasta que no haya una contraparte científica seria con datos que se prueban a través del método científico, y que están evaluados por pares revisadores serios al respecto, yo los llamo lisa y llanamente fraude porque hay un juego de asociar una palabra científica -cuántica- a algo que no tiene ningún fundamento cuántico”.
La científica comenta que no tiene problema con alguien que dice curar con la energía de sus manos, pero que es innecesario “apelar a que hay algo científico, por ponerle un nombre rimbombante (en este caos es la cuántica) a algo que no se puede probar de forma científica”.
En este sentido, en opinión de la Dra. Hermann, no puede haber una ética científica en aquello porque simplemente no hay ciencia detrás que demuestre lo que se está haciendo.
Por otro lado, al operar en el terreno de la salud, las ofertas terapéuticas cuánticas están sujetas a fiscalización de parte la autoridad en salud. Así, estando indirectamente reconocidas como terapias complementarias por parte del Minsal, están reguladas a través del Decreto 42 del Código Sanitario.
Pixel25 cruzó nombres del sitio web “Terapeutas de Chile” con el Registro de Prestadores de la Salud de la Superintendencia de Salud, y encontró profesionales de la salud ofreciendo este tipo de servicios en Internet.
Sin embargo, no solamente personas con formación académica formal ofertan en Internet; por esto, si desconoces si tu terapeuta posee un título profesional en el área de la salud, te invitamos a revisarlo.
TARJETAS CUÁNTICAS CONTRA EL ELECTROSMOG Y ESCÁNERES (BIO)CUÁNTICOS QUE DIAGNOSTICAN
Con casi 30 mil seguidores en Instagram y 128 mil subscriptores en su canal de YouTube, el terapeuta naturópata, publicista, y expresentador de la televisión chilena Sergi Recasens, ha llevado la salud cuántica a un nivel avanzado gracias a su presencia en redes sociales.
Cuando rostros públicos promocionan productos su legitimidad mediática contribuye a un mayor impacto comercial. Recasens es un ejemplo de un sólido marketing digital aplicado a la comercialización de terapias complementarias.
Por 35.500 pesos es posible adquirir el 3R LIFE Restore en el sitio web del famoso terapeuta. 3R LIFE Restore es una tarjeta que, según Recasens, neutraliza la radiación electromagnética artificial y optimiza el funcionamiento del cuerpo humano frente al electrosmog.
De acuerdo a su publicidad, 3R LIFE Restore está hecha con “tecnología cuántica y radiofrecuencia, la cuál nos permite identificar y neutralizar en su totalidad todo tipo de campos electro-magnéticos potencialmente nocivos (electrosmog + 5G) para el organismo humano, además de reordenar, amplificar, equilibrar y optimizar a nivel bioquímico y bioeléctrico el funcionamiento”.
La tarjeta, que se renueva anualmente, se recomienda de colocar en contacto con el cuerpo y durante la noche bajo la almohada ya que además de ionizar y reestructurar el agua funciona a nivel biológico permitiendo:
“Amplificar el potencial mitocondrial a nivel celular incrementando los niveles de energía y vitalidad a nivel de órgano, tejido, sistema, estructura, ADN y ARN, fortaleciendo así, nuestro sistema inmunitario, creando centro, equilibrio y bienestar en tu salud”.
En declaraciones para Pixel25, @fernandoizaurieta explica que no existe evidencia de que la radiación no ionizante emitida por teléfonos, wifi, radios, televisores, etc. (lo que Recasens llama electrosmog) cause daños en humanos y que, si bien existen ciertos estudios que así lo señalan, estos están mal diseñados experimentalmente.
El físico opina que “es un remedio imaginario para un mal imaginario, que por supuesto, ¡se paga con dinero real!” al referirse a las tarjetas de Recasens, pero también a los escáneres cuánticos.
No obstante, Naturland, cadena de farmacias naturistas con 19 tiendas en Chile y sólido posicionamiento en redes sociales, no cobra por su diagnóstico cuántico.
Naturland ofrece análisis biocuánticos gratuitos a través de su cuenta de TikTok explicando que su analizador biocuántico es “un equipo de alta tecnología que analiza y determina una referencia del estado de salud de una persona escaneando y contabilizando las células de nuestros órganos por medio de ondas electromagnéticas de baja intensidad”.
Así, de acuerdo con Naturland, se evalúa el funcionamiento del hígado, páncreas, vesícula, pulmones, riñones y cerebro, el sistema cardiovascular, inmunológico, hormonal, y gastrointestinal. Es capaz de medir azúcar, grasas, y colágeno. Permite testear la tiroides, alergias, la salud ósea, visual y de la piel. En hombres inspecciona la próstata y el funcionamiento sexual evaluando espermatozoides y semen, y en mujeres la salud de las mamas y el período menstrual. Mide, además, proteínas, vitaminas, y minerales, y hasta permite detectar metales pesados.
El Dr. Izaurieta declara a Pixel25 que “con electrodos sí es posible medir cosas como la conductividad eléctrica y la actividad eléctrica de algún órgano. Así es como funciona un electrocardiograma, por ejemplo, una máquina muy útil y usada cotidianamente en todos los hospitales. Pero si con sólo un par de electrodos le prometen diagnosticar la salud de todos sus órganos, y saber si tiene cáncer, cirrosis y hasta VIH, eso es chamullo”.
El completo análisis ofrecido por las farmacias naturistas, y analizado por ambos investigadores, no es único en el país. “Terapeutas de Chile” registra más de 10 anuncios de “escáneres (bio)cuánticos” y es posible encontrar redes sociales y sitios web independientes con servicios similares.
Medicina Cuántica Chile, por ejemplo, ofrece sesiones de biorresonancia y nutrición ortomolecular desde 100 mil pesos, en que utiliza un analizador cuántico marca Bioplasm para una “exploración no invasiva, que permite efectuar terapias con frecuencias de Biorresonancia y a la vez, obtener indicadores de riesgo en el estado de salud de las personas a nivel energético”.
Ya en 2017 la Fundación Haldein ofertaba análisis con bioscanner biocúantico por 10 mil pesos a través de Facebook; el mismo año, su presidente visitaba el Matinal de CHV explicando que “el scanner biocuántico o analizador cuántico, es un aparato electrónico que a través de un sensor… permite hacer medición de algunas variables del cuerpo y emite un informe… –que es referencial (no reemplaza un examen médico)…– te da algunas luces de lo que puede estar pasando en esa persona respecto a su nutrición; respecto a algún problema que pueda tener en algún sistema”.
Al respecto la Dra. Hermann opina que las autoridades tendrían que asumir un rol categórico y también que Chile debería contar con regulaciones que permitieran identificar fraudes ya que “desde el momento que esto entra en el ámbito de la salud [el Estado] tiene que ser absolutamente estricto” porque si no existe validez científica, estudios serios, y revisión por pares “es fraude, y, por lo tanto, no debería ni siquiera ser considerado”.
Al no existir una única compañía que comercializa escáneres (bio)cuánticos, Pixel25 contactó a los colegios profesionales a cargo de lidiar con tecnologías para el diagnóstico clínico y recopilar opiniones en torno a su regulación.
PROFESIONALES DE LA SALUD QUE UTILIZAN TECNOLOGÍAS MÉDICAS NO APOYAN EL USO DE ESCÁNERES CUÁNTICOS
Ya que los mencionados escáneres (bio)cuánticos se pueden adquirir con facilidad en Internet y hacer uso de ellos sin la formación profesional adecuada, el Secretario Nacional del Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile A.G., Raúl Torres, en conversación con Pixel25, explica que a él no le consta que existan profesionales de la salud que los utilicen.
Torres además llama a sus colegas que poseen “evidencia de que hay centros que están jugando con el sentir de las personas y las están engañando” a denunciar a la Superintendencia de Salud Pública para que las autoridades puedan pronunciarse.
Héctor Galeno, protesorero del Colegio de Tecnólogos Médicos, es aún más categórico declarando que para él es charlatanería sin evidencia científica porque si el sistema “fuera realmente milagroso ya sería propiedad de alguna compañía que tendría sus derechos reservados” ya que habría invertido grandes sumas de dinero en demostrar la utilidad clínica de la versátil tecnología.
En este aspecto @quantumcarla señala que “muchas veces para tratar de defender estas pseudociencias se les dice a los/los científicos/científicas que: no se han leído todos los trabajos y papers”, pero esto es innecesario porque en ciencia cuando “un grupo que quiere demostrar que algo es científico, es éste quien tiene que dar pruebas científicas y análisis de pares para validar científicamente lo que está hablando”, expresa la Dra. Hermann.
Por su parte, @fernandoizaurieta opina que aparatos así son adornados “con un discurso lleno de palabras robadas del ambiente científico legítimo para sonar más técnico-sofisticado” y que generalmente se apela a “cierto conocimiento oculto o antiguo, escondido o rechazado por la comunidad científica, pero que por supuesto [quienes usan el artículo] sí poseen. Es un engaño muy burdo, pero en el que es fácil caer cuando no se tienen los conocimientos adecuados”.
Eduardo Retamales, Director de Zona Centro del Colegio de Tecnólogos Médicos, por su parte, explica que es complejo que estos equipos al no poseer registro sanitario, ser tan poco específicos, y tener características misceláneas, puedan ser correctamente fiscalizados por el Instituto de Salud Pública a través de los mecanismos de tecnovigilancia.
Pixel25 contactó al Instituto de Salud Pública, institución a cargo de la tecnovigilancia en Chile; no obstante, a la fecha de publicación de este reportaje, y consultado por los escáneres cuánticos, no ha entregado declaraciones.
Por su parte, el Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile A.G. a través de su presidente, Jorge Cienfuegos, declara que el órgano colegiado no respalda los escáneres cuánticos porque no apoya ninguna “terapia, sea tanto medicamento, dispositivos médicos, suplemento alimenticio, etc., que no tenga el respaldo científico y la evidencia suficiente para sostenerse en el tiempo”.
Cienfuegos explica que Chile al poseer un abandono regulatorio en tecnologías de salud sería impertinente si destinara recursos públicos a escáneres cuánticos ya que actualmente existe una incapacidad para poder hacer tecnovigilancia adecuada.
Señala además que se necesita avanzar “en la ley de fármacos II donde están los dispositivos médicos [ya que] ahí obviamente entrarían estos escáneres cuánticos”, y recalca la importancia de la implementación de una agencia de evaluación de tecnologías sanitarias (ETESA) más sólida que sea independiente del poder ejecutivo.
Si deseas revisar las declaraciones completas de Jorge Cienfuegos puedes reproducir el siguiente video:
Mientras El Estado fortalece su tecnovigilancia y existe potencial vulneración de derechos, la experta en tecnologías cuánticas de la Universidad de Chile aconseja a la ciudadanía asesorarse lo más posible y llama a no abandonar tratamientos:
“Aquí nadie puede tener una responsabilidad, ni siquiera yo como científica, en decirle esto está bien o esto está mal. La gente es adulta y por lo tanto yo haría un llamado a investigar bien lo que está haciendo y no dejar de lado un tratamiento real, científico, con pruebas científicas, para analizarse sus problemas de salud porque uno puede estar cometiendo negligencias con uno mismo”.
Raúl Torres, del Colegio de Tecnólogos Médicos, es claro al explicar que el abandono regulatorio es problemático porque si una terapia es privada o pública, pero está regulada por el Minsal “yo puedo ir a reclamar si algo no me hace sentir bien, pero no pasaría lo mismo con estas medicinas alternativas porque yo no tengo a quién más reclamar que a quien me lo hizo”.
Francisco Figueroa, vicepresidente del órgano colegiado, descarta que en el área pública se estén usando escáneres (bio)cuánticos y explica que él personalmente no conoce esta tecnología.
Mario Suárez, Director de Zona Norte, reconoce que las instituciones públicas se han abierto a terapias alternativas para ofrecer más opciones a pacientes, pero señala que si hay “centros que podrían estar usando este tipo de medicinas alternativas sin tener autorización sanitaria están incurriendo en una ilegalidad y podrían eventualmente ser clausurados”.
